Pues al parecer, según se cuenta, la comida favorita de Francisco Franco era la paella, teniendo además por costumbre salir a comer este plato todos los jueves a algún restaurante de Madrid. Sin embargo, no solía repetir restaurante dos veces seguidas, sino que cada jueves acudía a uno distinto, lo que hacía que en todos se tuviera preparada una suculenta paella, por no defraudar al generalísimo, ya se sabe las cosas estas de la política. De este modo, se mantuvo la tradición hasta nuestros días: todos los jueves, paellita.
Pero existe otra posible explicación, nos cuentan en El gato en el tejado, y es que el jueves era el día en que tradicionalmente las familias adineradas daban fiesta al servicio y claro, la señora de la casa no se iba a poner a cocinar. Por lo tanto, toda la familia salía a comer fuera y los restaurantes ese día se esforzaban en preparar un plato vistoso, bueno y tradicional con el objetivo de captar a esa clientela apetecible y pudiente, por ejemplo con paella.
Pero aún existe una versión más. Según ésta, antiguamente los pescadores salían a faenar a diario, excepto el domingo, que era el día de descanso. Por esta razón, el lunes se empezaba a distribuir el pescado, primero en la costa, llegando el jueves al interior. De esta manera, era costumbre que los jueves el plato estrella de la mesa fuese la caldera de pescado con arroz, costumbre ésta que fue derivando hacia la paella de nuestros días.
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