Está claro que para los supersticiosos romper un espejo trae siete años de mala suerte, pero a saber quién se ha sacado esto de la manga, ¿no? Pues parece ser que esta creencia es común en todo el Occidente cristiano, se sitúa entre las supersticiones más citadas y proviene para algunos del uso adivinatorio del espejo.
En las sesiones de craptomancia (adivinación por medio del espejo) de los antiguos griegos, la rotura del espejo anunciaba la muerte. Es probable, sin embargo que esta superstición obedezca a la idea de que la imagen reflejada en el espejo es el doble o el alma de quien los utiliza y que, en consecuencia, romperlo equivale a poner su vida en peligro.
Además, los romanos en el siglo I añadieron un nuevo matiz. Sostenían que la salud de una persona cambiaba en ciclos de siete años, y puesto que los espejos reflejaban la apariencia de una persona, es decir, su salud, un espejo roto anunciaba siete años de mala salud y de infortunios.
Los factores económicos son también para algunos, el objeto de esta superstición. Los primeros espejos se fabrican en Venecia durante el siglo XV y estaban recubiertos por una lámina de plata. Eran muy caros, y las señoras para evitar que se rompieran, advertían a los criados que un espejo roto equivalía a siete años de mala suerte.
En las sesiones de craptomancia (adivinación por medio del espejo) de los antiguos griegos, la rotura del espejo anunciaba la muerte. Es probable, sin embargo que esta superstición obedezca a la idea de que la imagen reflejada en el espejo es el doble o el alma de quien los utiliza y que, en consecuencia, romperlo equivale a poner su vida en peligro.
Además, los romanos en el siglo I añadieron un nuevo matiz. Sostenían que la salud de una persona cambiaba en ciclos de siete años, y puesto que los espejos reflejaban la apariencia de una persona, es decir, su salud, un espejo roto anunciaba siete años de mala salud y de infortunios.
Los factores económicos son también para algunos, el objeto de esta superstición. Los primeros espejos se fabrican en Venecia durante el siglo XV y estaban recubiertos por una lámina de plata. Eran muy caros, y las señoras para evitar que se rompieran, advertían a los criados que un espejo roto equivalía a siete años de mala suerte.
4 comentarios:
Yo casi me creo más lo que tiene una explicación socio-económica, pero me gusta escuchar las distintas versiones. ¡Muchas gracias!
De nada magapola, yo no soy supersticiosa y estoy contigo en lo de la explicación económica, pero si puedo evitar romper un espejo lo evito, no te voy a engañar. Saludos.
Hace dos dias rompí un espejo expresamente, voy a tener mala suerte?, qué pensais?
Nada de eso Ester, un espejo no es nada, al menos que creas en ello. Un beso.
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