También dice la historia que fue otro rey del mismo nombre, Alfonso X el Sabio, el que a causa de una enfermedad, que le obligó a tomar pequeños bocados entre horas, con pequeños sorbos de vino, creó este genial "invento". Una vez repuesto, el Rey Sabio dispuso que en los mesones de Castilla no se despachara vino si no era acompañado de algo de comida, regia providencia que podemos considerar oportuna y sabia para evitar que los vapores alcohólicos ocasionaran desmanes orgánicos en aquellos que bebían, quienes, en la mayoría de las ocasiones, no tenían suficiente pecunio para pagarse una comida con abundancia proteínica y en condiciones.
¿Alguien sabe cual de las dos historias es la buena o si son únicamente meras leyendas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario