Hay una cosa que une a los "José" con su apodo "Pepe". Resulta ser que en los conventos, durante la lectura de las Sagradas Escrituras, se referían a San José como Pater Putativus y luego, por simplificación, como P.P. Así nació llamar "Pepe" a los "José".
Pero bien, esta no es la única teoría que hay al respecto del hipocorístico Pepe, hay otra, tal vez más cercana a nuestra realidad lingüística. En esta otra teoría el nombre de Pepe tendría un nacimiento en un entorno más familiar.
En la España de hace varios siglos no existía el nombre de José tal y como lo conocemos ahora, el nombre en realidad era "Josepe", para muestra este texto del año 1400: "...E pasaron omnes mercadores; e corrieron, e alçaron a Josepe del pozo, e vendieron a Josepe a los Moros por veynte pesos de plata". Pues bien, como sabemos los niños tienen lengua de trapo, ahora y hace 600 años, con lo que esto nos podría llevar a la conclusión de que los niños llamaran a sus padres algo parecido a "Jepe" (con "J" ahogada) que evolucionaría al actual y cariñoso "Pepe".
Pero bien, esta no es la única teoría que hay al respecto del hipocorístico Pepe, hay otra, tal vez más cercana a nuestra realidad lingüística. En esta otra teoría el nombre de Pepe tendría un nacimiento en un entorno más familiar.
En la España de hace varios siglos no existía el nombre de José tal y como lo conocemos ahora, el nombre en realidad era "Josepe", para muestra este texto del año 1400: "...E pasaron omnes mercadores; e corrieron, e alçaron a Josepe del pozo, e vendieron a Josepe a los Moros por veynte pesos de plata". Pues bien, como sabemos los niños tienen lengua de trapo, ahora y hace 600 años, con lo que esto nos podría llevar a la conclusión de que los niños llamaran a sus padres algo parecido a "Jepe" (con "J" ahogada) que evolucionaría al actual y cariñoso "Pepe".
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